martes, 21 de octubre de 2014

Julia Prilutzky Farny

Ahí va mi poema favorito de todos los tiempos...

De pronto tengo miedo.
Oh, el alma eslava –dirá alguno–
el alma eslava esta buscando siempre
su inédita porción de sufrimiento.
Yo no sé
pero eso no es cierto.
Es una cosa rudamente simple:
no aprendí a ser feliz.
La soledad me parecía buena
y el silencio
se ajustaba a mi paso.
Mi vida estaba escrita…señalada.
desde mi despertar hasta el cansancio.
Hoy, el silencio es un no estar contigo,
un teléfono mudo, una distancia,
y toda soledad tiene tu nombre:
es un vértigo, un hueco.

Entonces, un terror sin rescate
crece dentro de mi
como un monstruo pequeño
y yo pienso en mi muerte y en tu muerte
o en las pequeñas muertes
de las partidas ,de los desencuentros
de dormir sobre almohadas diferentes
o de extender las manos
para atrapar el viento que se burla
y se marcha silbando.

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Lo lei por primera vez por los finales de los 70, alguna ves lo busque y no lo encontre y ahora al lerlo de nuevo se me llenaron los ojos de lagrimas

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    2. Me alegro que te haya conmovido este poema que a mi me encanta y que lo reencontraras, yo tambien lo conozco de mucho tiempo atrás, mi libro La antología del amor, que es donde esta, debe tener unos 30 años

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  2. Gracias por publicarlo hace mas de 30 años fue muy importante para Susana y para mi


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